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domingo, 25 de enero de 2015

Restauración de sillín Orbea de señora de los 50. Parte 2.


Pues bien. Ya tengo el cuero con la forma dada y asienta a la perfección sobre la estructura original del sillín.



Ahora hay que encargarse de esa horrible pintura anaranjada que lo cubre y, sí, es pintura. No es un tinte que haya impregnado el cuero sino un tinte sobre la superficie que, además, mancha al tacto.
Si recordais, en la primera parte del artículo, dije que la absorción del cuero del sillín al sumergirlo era escasa. Esto se debe en gran parte a esta capa de pintura y a que el cuero no es como los que he tratado hasta ahora. Parece que esté encerado o plastificado, no sé si es debido a que tenga una capa de imprimimación para recibir el color.

Comenzando con el tratamiento, lo froto con alcohol para abrir el poro de la piel e intentar quitar la capa de tinte. El trapo utilizado se llena de ese color teja, pero no desaparece.
Una buena capa de crema hidratante con aceites, que sigue sacando más color, para devolverle la flexibilidad antes de proceder a eliminar la pintura.


Una vez flexible, no queda más remedio que darle un lijado suave. No es algo que me guste, pero no va a haber otra forma de quitarle el color. Para ello, elijo un estropajo de los de toda la vida, tipo Scoch Brite, que no deja arañazos y permite llegar a todos los recovecos.




La pintura sale al fin y se disimulan las microgrietas que hay en la piel. No he querido incidir mucho en el lijado sobre las manchas oscuras porque me gusta mantener la pátina de los sillines. Les da caracter y refleja su antigüedad.

Y tras la dejarlo en cuero natural, el tratamiento final de la piel para flexibilizarla, nutrirla e impermiabilizarla, primero con bálsamo especial para cuero y luego con el muy utilizado marca Eroski con aceite de jojoba y cera de abeja. El resultado es el siguiente:



Para mi gusto, bastante mejor que de color teja. Como ya apuntaba antes, la absorción de las cremas no ha sido a la que estoy acostumbrado. Este cuero absorbe bastante menos que los "nacionales" de la época. Pero al final "chupa".

Ahora toca su montaje definitivo sobre la estructura, con una decisión a tomar previa, los agujeros que trae la piel, como era lógico, no coinciden con los de la estructura y habrá que taparlos. La forma de hacerlo es lo que tengo ahora que decidir, porque estoy harto de intentar disimular una cosa con algo similar y que se note demasiado el parche. Muchas veces es mejor poner algo que lo resalte y que parezca hecho aposta.



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